El primero de los reclamos es un reparto que da vértigo (Kevin Spacey, Paul Bettany, Jeremy Irons, Zachary Quinto, Penn Badgley, Simon Baker, Demi Moore y Stanley Tucci), el segundo una historia muy reciente y atractiva, más bien una pesadilla, de la cual todavía padecemos y seguiremos padeciendo las consecuencias.
Margin Call, es una película, seria, sobria , inteligente, seca, lúcida, realista y disfrutable sobre las 24 horas previas al estallido de la crisis en 2008, escenificada en los despachos de un banco de inversiones en los que se toman decisiones que tienen implicaciones morales y económicas para minimizar los efectos negativos, en función de sus intereses, del desastre que predice uno de sus empleados.
La película, responde a la frase de "justa y necesaria". Estoy seguro de que es mejorable en más de un sentido, y que vendrán algunos filmes mejores sobre este tema; no obstante es un buen estreno para este director debutante (J.C. Chandor) y un presupuesto "humilde", en torno a los 3 millones de dólares, en comparación con las superproducciones hollywoodienses. Con buenos diálogos, transmite un fiel reflejo del mundo financiero y sus tiburones, así como también retrata de maravilla la sensación de angustia y cierto malestar propia de los momentos trascendentes; entre los peros las excesivas vueltas que dan sobre lo mismo y lo farragoso e incomprensible que puede llegar a ser la economía para quienes no estamos versados en el tema.
Como película, la suma no es superior a cada una de sus partes por separado, lo cual molesta ligeramente pero no quita del todo el buen sabor de boca final gracias a su lograda verosimilitud. Recomiendo a quienes les interesen los entresijos de la crisis, el oscarizado documental Inside Job.
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