miércoles, 22 de febrero de 2012

HAKUNA MATATA


No son malas fechas para dejarse caer   por el cine por  la diversidad de películas  que hay en cartelera. No obstante lo que más presta es El Rey León, que curiosamente no es un estreno.  Obra maestra  reeditada  con el aliciente del 3D, lo que no deja de ser una mera excusa de  una  estrategia  comercial que busca lidiar con la crisis que  afecta a la compañía de animación americana, y  ya de paso infundir un poquito de nostalgia.
  
Para ser cine infantil,  ésta es una historia  de tintes trágicos, armónica y bellamente dura,  que se compensa con momentos divertidos, sobre todo en compañía de Timón y Pumba.  Es una película que luce por concisa (no llega a la hora y media) y atrevida pese  a estar entre los estándares de la factoría  Disney, ya que acerca a los niños a realidades que se antojan crueles  para según que tramo de edad (y que los papis repipis prefieren esconder) y sobre las que  ellos también reflexionan y especulan.

  No conviene olvidar su premiada banda sonora,  que acompaña con acierto el devenir de Simba, desde su destierro involuntario por culpa del usurpador Scar, hasta su vuelta a casa para tratar de recuperar el trono que le fue arrebatado.

  A pesar de las múltiples controversias que generó y genera, por sus supuesto mensaje reaccionario, y por sus dudosa originalidad dado su sospechoso parecido  con un anime de los años 60 (Jungle Taitei), aliento a aquellos que ya la vieron a repetir experiencia y a los que no que se animen. Felices Fiestas.

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